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Como peculiaridades, de su geografía local, señalaremos las siguientes:
Al NE. se extiende un erial de pastos recorrido por el Arroyo de las Agujas, entre el Villardón, La Tabla (de Villarrín) y la Recierta.
Hacia el Sur y cerca del municipio, la laguna del Villardón, y la laguna de Las Salinas.
El borde occidental de la Laguna de las Salinas posee un relieve en colinas muy suaves de pendiente convexa, con gravas y arenas groseras. Por encima del nivel de gravas, las colinas están formadas por margas arcillosa-calcáreas, de color vainilla, que dan un tipo de vertiente muy alomada.
La extensa llanura presenta una compleja y extensa red de humedales. Lagunas, lavajos, bodones o charcas que se conocen bajo el denominador común de lagunas esteparias. Se trata de lagunas endorreicas poco profundas y cuyo caudal varía a lo largo del año apareciendo con las primeras aguas del otoño para
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secarse en los meses estivales.
Estos lavajos se desecan, a veces durante el verano, pero se llenan durante las lluvias intensas propias de esa estación.
El vocablo “lavajo” deriva de navajo, sinónimo de “charca de agua llovediza que rara vez se seca” (Diccionario Real Academia Española, 1936, página 791.)
Forman esta cuenca la laguna de Barillos, al este de Villafáfila y oeste de Tapioles; la Salina Grande, al sur de Villafáfila y norte de Otero de Sariegos; laguna de Las Salinas, al mediodía de Otero y llegando hasta Villarrín de Campos, como enclaves principales y con una extensión próxima a las 500 Has. , Además, otras asociadas, entre las que destacan Bamba, Fuente, de la Rosa, Las Paneras, El Triunfo, Parva, La Paviosa, Rual, Villardón, La Presa, Redondales, San Pedro, dispersas por los términos municipales de once localidades donde la uniformidad paisajística tienen mucho que ver con el acontecer histórico y el quehacer humano.
Tal vez uno de los accidentes más notables sea la Laguna de las Salinas, cuya descripción según Pedro Plans ( op. cit.) es la siguiente:
Tiene unas dimensiones de 2.900 x 600 metros; al Oeste de esta laguna se encuentra la de Villardón, que es de perímetro oval, con 300 x 150 metros.
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La Laguna de las Salinas recibe por el N, un arroyo de curso mínimo y no clasificado toponímicamente. Por el SE recibe el arroyo de la Rosa y por el NE, el de la Reguera.
En estas lagunas nace el arroyo Salado, que da lugar, en su tramo de Cabecera en Villarrín de Campos, a un valle encajado de 684 metros. De nivel, encontrándose en su trayecto pozos artesianos.
El arroyo del Salado, tiene una longitud de 35,6 Km. Siendo la extensión de la cuenca de 384,7 Km. Este arroyo, ya había sido citado por Reyes Prósper (Madrid, 1915) y clasificado como salino. Precisamente debe su nombre al componente salino de sus aguas.
Tiene sus comienzos a 683 m de altitud en Villarrín de Campos, se desliza de N a S, siendo el aliviadero temporal de las lagunas. El curso del saldo es muy indeciso e irregular, en su margen derecha, podemos señalar la laguna de la Paviosa, situada a unos 3 Kilómetros. Al SO de Villarrín. Otros arroyos que recibe por esta misma margen derecha son:
El Junciel que parte de un lavajo alargado de unos 300 metros de longitud, anclado en el sudoeste de Manganeses a 703,5 m. De altitud. Del Junciel es tributario un pequeño arroyo que arranca de la laguna Vallar a unos 2,5 kilómetros al Norte de Manganeses.
Junto a Arquillinos recibe, el río Salado, el arroyo del Prado de Catemil situado a unos 696 metros de altitud, éste a su vez, recibe un emisario de la Laguna de la Presa, un lavajo situado a 600 metros al Sureste de Pajares.
Posteriormente, van a parar al |
Salado los arroyos de las Degolladas y el de Ballesteros, éste último forma en su curso bajo la laguna del Barrero.
Por la margen izquierda el río Salado recibe el arroyo Robledales que va parar al del Tercer Pontón; el de las Cumbres; el de Perales y el de Pradomoscas como más significativos.
En su vertiente izquierda desde Villalba hasta Torres del Carrizal, salvo los años de abundantes lluvias, el cauce es apenas perceptible. Según Margalef, ( 1948, página: 5-15) las arcillas de las Salinas, muestran la superficie cuarteada y eflorescente, el pH superior a 7,5; clorinidad, 2,03-2,61 gramos CL/1, descendiendo en algunos puntos a 0.7 g CL/1.
El citado autor asegura que las aguas son ricas |
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el C1 y SO4, comunidades halófilas y mesohalófilas, junto con una fauna rica en crustáceos.
Precisamente esta diversidad de flora y fauna, atrae a esas comunidades de aves migratorias, en especial los patos salvajes, que encuentran en las Salinas, un hábitat natural, refrendado por los siglos, en sus migraciones de primavera.
Hemos de señalar que hubo un proyecto de desecar dichas salinas y convertirlas en pastizales, en el año 1962.
Completamos esta descripción con las observaciones efectuadas en las publicaciones de Adri Palomares (2001), donde remitimos al lector si quiere profundizar más.
“La Salina Grande, con una superficie de 192 Has. Y dimensiones de 4 km. Por 900 m, es la principal. Tiene una profundidad de 5 a 30 cm. , Aunque en 1948 llegaba hasta los 10 m. Desde antiguo fue una buena fuente de recursos para los lugareños, que la cruzaban en barca para aprovechar la caza y pesca. La laguna de Barillos ocupa una extensión de 118 Has. Y sus dimensiones son de 2,3 Km de largo por 2,1 Km de ancho y una profundidad de 30 a 60 cm. La laguna de Las Salinas, deseca da en 1972 y hoy en fase de recuperación gracias a la construcción de un dique de contención, cuenta con una superficie de 83 Has. El resto de las lagunas tienen una media inferior a 20 Has de superficie.
La salinidad de sus aguas permitió que ya en el siglo IX las lagunas fueran explotadas para nutrir de este bien preciado a diversos puntos del Reino de León hasta que al intensificarse el comercio con Portugal dejan de ser competitivas en precio y calidad. En el siglo XVIII se construye una fábrica de salitre destinado a la fabricación de pólvora que resulta poco rentable y se cierra más tarde.
La protección de este enclave se inicia en 1986 con la declaración como Reserva Nacional de Caza, con una superficie de 32.682 Has. Posteriormente se han seguido diversas actuaciones encaminadas a recuperar la desecada Laguna de las Salinas y a mejorar la diversidad biológica. En la actualidad este espacio está clasificado como Reserva Natural, dentro de la Red de Espacios Naturales de la región, y considerada por la Unión Europea como Zona de Especial Protección de las Aves incluida en el Convenio Internacional de Protección de Zonas Húmedas.
Las características del terreno hacen que no todo el año las lagunas tengan agua, por el contrario, durante los meses de junio y julio quedan completamente desecadas aflorando a la superficie una fina capa de sal que contrasta con el verde amarillento de los cultivos de secano próximos y que facilita la proliferación de la castañuela, una planta imprescindible en la dieta del ganso. La concentración parcelaria iniciada en 1970 y finalizada cinco años después trae consigo la ampliación de las parcelas y con ello la mecanización y el monocultivo. Desaparecen linderos y ribazos que, por presentar un a mayor altura que el resto del terreno y no estar cultivados, se poblaban de una vegetación natural aprovechada como refugio por muchas especies, además de servir de decantador para el agua de lluvia, al retener gran parte del material de arrastre.
Con la desaparición de linderos y ribazos se acelera el proceso de colmatación de las lagunas lo que es determinante en la desaparición de la fauna piscícola, con repercusiones inmediatas en las poblaciones de garzas y cigüeñas. A su vez, esto impide mantener el nivel de agua hasta épocas avanzadas, coincidiendo su época seca con el punto más álgido del período reproductor de las aves acuáticas y limícolas, lo que supone un |
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freno para la nidificación.
La expansión del monocultivo de secano supone la simplificación del espectro alimentario y la uniformidad en el paisaje, lo que favorece a las especies esteparias y perjudica a las que precisan de refugio herbáceo.
En los últimos años el complejo lagunar se ha convertido en una visita ineludible para todos los amantes de la naturaleza, concentrada entre los meses de noviembre y |
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febrero, cuando alojan una mayor cantidad de aves, más de 20.000 ánsares procedentes del norte de Europa, grullas comunes, cigüeñas negras, espátulas, entre otras; aunque su importancia ornitológica se debe también a la presencia de especies como la cerceta carretona o el ánade silbón.
La vegetación arbustiva en toda la llanura se limita a la presencia esporádica de rosa silvestre, zarza común, retama de olor, retama y vid.
Por sus características especiales las lagunas presentan una comunidad vegetal muy diferente a la existente en sus proximidades, con especies que normalmente se encuentran en las áreas salobres próximas al mar. En el interior de las lagunas la especie más característica es la juncia o castañuela gen. Scirpus) con tres especies descritas Scirpus lacustris, Scirpus litorales y Scirpus maritimus, y propias de marismas costeras, que es la gran fuente de alimento del ánsar, con importante presencia también de gramón (aelurupus littoralis), propio de praderas húmedas próximas al litoral mediterráneo.
A lo largo del Valderaduey y el río Salado aflora una gran cantidad de espadaña, junco y tamara, además del alga conocida como lenteja verde o berraza.
En los bordes lagunares y praderas cercanas se encuentra escorzonera enana, pelujo, hinojillo de conejo, arrastradera, margarita, correjuelo, grama, terrao, leno, galoya, flor de golondrina, guadramón, espiguera, trébol, ajo, segadilla ancha, segadilla estrecha, junquillo, lechugina, peralejo, toba, patucos, guarrapo y tomillo, entre otras que carecen de nombre común.
Junto a cultivos de trigo, cebada, alfalfa o girasol, se encuentra la amapola, el cardo corredor o la manzanilla, que tiene una gran fama en la comarca.”
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Textos, D.Francisco Trancón |
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